
Nunca llueve a gusto de todos. Y es que tras la bajada del paro durante el pasado año, el largo camino hacia el pleno empleo no acaba de convencer al gremio hostelero. Los datos alcanzan cifras previas incluso a la crisis de 2008, pero al contrarío de entonces, la tasa de empleados en el sector hostelero ha bajado al 40%. Durante la primera década del siglo XXI, casi siete de cada diez trabajadores servía copas en bares y restaurantes o era recepcionista de hotel. El resto trabajaban en la construcción.
Hoy el tejido laboral parece haberse diversificado, y eso es algo que no satisface al portavoz de la patronal, Amalio Puerto de Indias: «Por culpa de la bajada del paro, la gente trabaja y no va a los bares a ahogar sus penas en alcohol. Están destrozando España. ¿Qué será lo próximo que hará el Gobierno?, ¿permitir el voto a las mujeres?».

Alega que el gobierno de coalición progresista está empeñado en invertir en I+D y, por tanto, coarta el emprendimiento en bares y tabernas, especialmente en Asturias, donde los empresarios tratan de relanzar la economía abriendo «chigres» y sidrerías.